Es frecuente encontrar a chicos que
fracasan en los estudios o que no acaban de arrancar en la vida con ningún
proyecto. Entonces, los padres preocupados acuden a consulta para aclarar cuál
es el conflicto psicológico o el trastorno emocional que sufre su hijo. El
chico está desmotivado, no persevera en nada, no tiene horarios, no se engancha
en ninguna relación, no parece que le atraiga nada, está tristón, insatisfecho,
desorientado. En muchas ocasiones es sorprendente encontrar que el chico carece de voluntad. Necesita ser movido,
motivado, empujado, amenazado, supervisado, controlado para llevar a cabo
cualquier tarea. Es un drama observar que el joven tiene ropa, casa, estudios,
móvil, habitación propia, vacaciones, ipad pero está insatisfecho por su
situación y no se pone ni a estudiar ni a trabajar.
Enrique
Rojas, en su libro “la
Conquista de la Voluntad”, explica que la educación de la voluntad
está compuesta de pequeños vencimientos. Él explica que para el niño y el
adolescente, educar la voluntad significa huir
del culto al instante, descubrir que lo más importante no es vivir
lo inmediato. Se trata de aprender a hacer lo que le conviene más que lo que le
apetece.
Por eso me gustaría exponer una
tabla de ejercicios que nos ayuden a los padres a ejercitar la voluntad de
nuestros hijos desde pequeños. Una serie de actividades que les ayuden a
entrenarse para que tomen el hábito de posponer las recompensas inmediatas (ver la tele, un
poco de confort, dormir un poco más, descansar un ratito, jugar un poco con el
móvil) por recompensas
mediatas que le ayuden a construirse una personalidad
más madura (aprobar, aprender una materia, aprender un oficio, mantener una
amistad…).
Tabla
de ejercicios para entrenar la voluntad:
2. Levantarse cuando suena el despertador o cuando te llamen.
3. Cumplir una promesa.
4. Cumplir el horario fijado para una cita o tarea.
5. Levantarse de la mesa para servir algo a los demás.
6. Aceptar alguna pequeña injusticia que le haga el profesor.
7. Mantener ordenada la habitación.
8. Controlar el tiempo de TV, de móvil o de ordenador.
9. Tener detalles con amigos, padres o abuelos en los que tenga que dedicar algo de tiempo.
10. Saludar con respeto a los adultos.
11. Vestir y peinarse con orden. Evitar estar siempre en chándal.
12. Utilizar las palabras: gracias, por favor y perdóname.
13. Responsabilizarse de algunas tareas en casa.
14. Escribir las tareas o deberes que debo hacer y cumplirlo.
15. Manejar poco dinero.
16. Recompensar, elogiar, estimular, halagar el esfuerzo más que los resultados.
Está la claro, las personas con voluntad llegan más lejos que las
inteligentes. Pueden controlar sus emociones, superar sus miedos,
aprender a relacionarse, sobreponerse a los traumas. Hay una sentencia en el
pensamiento oriental que resume claramente lo que he deseado exponer “El hombre
que conoce lo exterior es erudito, el hombre que se conoce a si mismo es sabio.
El hombre que conquista a los demás es poderoso pero el hombre que se conquista
a si mismo es invencible”